Pececitos

martes, 4 de mayo de 2010

Una noche..:

Tras la esquina estabas Tú(L. Sin saber que hacer ni a donde mirar. Se notaba en tu rostro que estabas preocupado.
No sabía si acercarme y preguntarte que es lo que tanto te preocupaba, podrías enfadarte conmigo por haberme metido en los problemas ajenos, como ya hicistes una vez.
Entonces empezastes a llorar. Me acerqué a tí timidamente, te puse una mano en el hombro y antes de que pudiera preguntarte nada, me abrazastes. En ese abrazo sentí tu rabia, todos tus celos, todo tu odio, tu tristeza...
Ya no me hacía falta hablarte, me di cuenta de lo que te había pasado, sabía perfectamente lo que era, te advertí de ello.
Aún así me callé y te abracé mas fuerte todavía, con la esperanza de que te dieras cuenta de que ella no merece la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario