Pececitos

jueves, 10 de marzo de 2011

Con las uñas de los dedos arrancadas por los nervios.

Odiaba el ir a clase y no aprender nada, ¿de que le servía en la vida saber analizar frases? Los profesores no servían de nada; eso era lo que no le gustaba, que no te enseñaban a "vivir". Aunque en parte estaba bien eso, porque a ella le gustaba cometer errores, le gustaba caerse y hacer mal las cosas. Porque aprendía de sus errores, se levantaba cuantas veces hiciese falta, aprendía, al final, a hacer bien aquello en lo que había fallado. Ella puede decir, orgullosa, que aprendió a base de golpes.
Pero hoy fue distinto, un profesor, al cual admira bastante, le "enseñó" a seguir adelante aunque quedara un telediario. Ya se lo habían dicho muchas veces. Pero hoy, se dio cuenta de que era una persona muy, muy débil.
"Tenéis que poneros un propósito en la vida, querer llegar a ser algo y luchar por ello, ser fuertes para conseguirlo. Yo conozco a personas con enfermedades que luchan día a día por seguir y no venirse abajo, a personas que dicen que no sirven para lo estudios y que se rinden, y a personas que se han dormido, y aunque les quede poco, arrancan y tiran para adelante. Que pase lo que pase hay que mantenerse en pie en todo momento, hasta el último minuto."
Ella no era fuerte, se había venido abajo muchas veces, pero muchísimas. Ella era, solo una persona fuerte aparentemente. ¿Os pensáis que no llora cuando está a solas? ¿Que cuando le pasa algo no se derrumba? Sí, es una cobarde, no sabe afrontar los problemas.
En mi opinión, las personas que se esconden y que muestran a los demás que no les importa nada, son las que mas necesitan de una ayuda.

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