¿Amar con la cabeza?

Hace tiempo que dejé de creer en esos cuentos de hadas, en el famoso principe azul que siempre llegaba y en el querido cupido, ese niño con alas. Ahora las cosas son desde otro punto de vista, otro juego distinto en el que si no matas, te matan. Todo lo opuesto a lo que era antes, todo un mundo lleno de covardes, covardes sin cara, y dudo mucho de que sean mortales. Un juego sinfin, en el que empiezas a jugar y no paras. Algunos dicen que es como la droga, otros dicen que pueden vivir sin probarla, el resto, ya no dice nada.
Un sin fin de preguntas, una vuellta entera de errores, un premio.
-¿Premio?
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