Pececitos

domingo, 5 de septiembre de 2010

Siempre llega, ¿no?

Por una vez estas a mi lado y no estamos discutiendo. Te acercas a mi, yo me alejo un poco, lo justo como para mirarte a los ojos e intentar averiguar que es lo que quieres. Te enfadas, como de costumbre, haces un amago de levantarte, pero esta vez no pienso dejarte escapar. Te agarro de la mano y te digo que te quedes, te acercas y me besas.
-¿Qué te ha dado?
+¿Cómo que que me ha dado?
-No lose, estas raro... Normalmente no harias eso.
+Definitivamente no se te puede hacer nada, macho.
-No te entiendo.
+Nunca lo haces, tú nunca me vas a entender por mucho que quieras.
-No me vengas con las mismas de siempre, intento hacerlo pero nunca te dejas.
+¿Te crees que no quiero que me entiendas, que quiero que seas tú la que estés a mi lado cada vez que tenga algun problema y que me ayude, que me ayudes tu?
No me creo ni una palabra de lo que has dicho, pero se que es verdad. Siempre me has parecido irresistible, pero en estos momentos, me trago el orgullo, me da igual lo que venga despues y lo que piensen los de alrededor, me tiro encima tuya y te susurro al oido... "te quiero"
+Mentira.
-Sabes que si.
+Demuestramelo.
-Lo haré.
Nos besamos como si nunca antes hubiesemos estado en esta misma situacion, como si mañana se fuera a acabar el mundo. Tengo que admitir que me encanta, que por fin estoy contigo como quiero estar. Y aunque lo digas o no, se que a ti tambien te encanta...
+Me encantas.
-Losé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario