Pececitos

viernes, 25 de febrero de 2011

28 rosas y una comida. Más algún que otro abrazo.

Entonces se dio cuenta de que ya no le importaba nada. Que, desde hacia unos días ya no tenía sentimientos. Que sin saber como ni por qué se le vino todo encima. Ella ya sabia que la vida no era de color de rosa. Sí, a sus catorce años se dio cuenta de todo lo que te podía pasar en la vida, se daba cuenta de como eran las personas con solo mirarlas a los ojos, se hacia a la idea de todo lo que llegaban a sufrir esas personas.
Hoy hacia once días que se dio cuenta de como era el amor, hace una semana se dio cuenta de todo lo que una podía llegar a sufrir por ese amor.
Hoy hace cinco días que se dio cuenta de que nadie está a salvo de la muerte, que de la noche a la mañana un ser querido puede enfermar, puede morir incluso. Se dio cuenta de que podía llegar a echar de menos a cualquier persona, de que la vida de esa persona dependía de unos miseros cables.
Hoy hace un día que vio su futuro, que se imaginó estudiando la carrera que siempre quiso, haciendo su vida normal, vio lo que podría llegar a ser y se autoanimó a seguir hacia adelante.
Hoy escribe todo lo que siente, y se da cuenta de que sí tiene sentimientos, de que se puede llorar por recuerdos, recuerdos bonitos.
Hoy esta triste, pero no de no sonreir, si no de acordarse de ciertos momentos y llorar y no saber si de alegria o añoranza.
Hoy se dio cuenta, de que en verdad no tenía a nadie, de que todo el mundo está solo pero que corren por no ser unos marginados de la sociedad.
Hoy se dio cuenta de que quería gritarle al mundo entero de que ella estaba ahí. Se dio cuenta que quería pegar por el hecho de sacar toda la rabia que tenia dentro y que llevaba años sin sacar, aguantando todo lo que se le venia encima, llorando por no gritarle en la cara a alguien.
Ella era una de esas personas que se mordían la lengua cuando le hacían algo. Ella es una de esas estúpidas personas, de las cuales hoy día quedan pocas, que no le gusta hacerle daño a otras porque se pone antes en la piel del de al lado.
Hoy, sacó una conclusión después de todo:
La vida es una mierda, es gris y fría. Que la gente dice que no, porque cuando ríe siente que la vida le ha sonreído, que es maravillosa se mire por donde se mire. Eso es mentira;
la vida es y siempre seguirá siendo igual, somos nosotros quien le sonreímos a la vida, somos nosotros los maravillosos. La vida sí es gris y fría, está en nosotros el colorearla y ponerla en el brasero. Únicamente está en uno mismo.

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