Pececitos

sábado, 4 de enero de 2014

Creo que nunca llegaré a entender por qué me dueles tanto. Por qué siempre me dolías tanto. Estoy llegando a la conclusión de que el problema soy yo, de que no existe un nosotros porque nunca lo hubo. Supongamos por un momento que no me mirastes, que no llegastes a abrazarme y que tus labios nunca supieron buscar a los mios. Vamos a suponer por unos segundos que te fuistes de mi vida en vez de alejarte un poco, que no supimos lo que eran los otoños, las hojas secas ni las tardes de lluvia. Cariño, vamos a hacer como que no me tiemblan las piernas cada vez que me miras, y que tú no suspiras cuando mis manos tocan tu espalda. Por favor, hagamos como que no pusiste mi vida patas arriba. Olvida todo lo que aguanté por ti y piensa que me maquillo para ir al centro. Odiame un poco, no se. Haz que parezca fácil apartarte de mi vida.
Pero que todo eso sólo sea por un momento. Vamos a ser realistas, ni tú sin mi, ni yo sin ti. Ya no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario