Risas que no volveré a oir.

Me preparo para salir de casa, esta vez ya tengo permiso. Voy sola, no quieren llevarme, pero me da igual, estoy fuera de casa y me siento bien, es lo que importa.
Voy escuchando música, estoy llegando a la plaza, allí me esperan mis amigos, se me dibuja una sonrisa estúpida en la cara "por fin los voy a ver". Cruzo el paso de peatones, sigo escuchando música y no me entero del coche que está pitando.

Ahora estoy tumbada en el suelo, me duele la cabeza, apenas puedo mover las piernas y tengo pequeñas heridas en los brazos. Hay mucha gente a mi alrededor, no los veo, pero se que están ahí, escucho gritos "que llamen a una ambulancia, rapido".
Cierro los ojos, el cansancio me gana...